lunes, 16 de julio de 2012

A Douglas Blazek, 6 de abril de 1966


Tú eres como yo, nene, la vida y el camino te están matando –puede que sea el pecho, el culo o la panza... pero algo GRITA... Kristo; me gustaría decir que el ALMA grita. ah, somos DeMop en el bote, grandes músculos anaranjados y mente y la sífilis del alma y nada que la cure. ¡ouch! tú y yo vimos suficientes fábricas y usurpadores y bestias y patrones y despidos y ollas populares y filas de desocupados y resacas y hospitales y cárceles y mujeres arruinadas como para que el estómago de cualquiera busque saltar y arrastrarse hasta un agujero sin pelo y esperar a que venga la bomba a que la deidad del whisky del amor y la calma (LA MUERTE) venga. esos dolores que tienes en el pecho son productos del trabajo los nervios y el sinsentido: tienes 2 agujas de relojes apuñalándote el corazón, y es un reloj feo, muy feo. necesitas más tiempo que las primeras 5000 personas que pasen en la calle, y lo sabes. yo también. no te engañes –mucha gente quiere la ESCLAVITUD, un trabajo, 2 trabajos, cualquier cosa que los mantenga en la jaula. Y cuando les piden que trabajen horas extras noche tras noche, chupándoles la sangre de su débil bravura, los ves sonreír, con esas sucias sonrisas de horas extras, les encanta, mi dios, tienen un dicho para eso donde yo trabajo. Una palabra. "¡CARNEROS!", dicen y lamen la grasa de sus labios cuando cae la palabra, mientras Dios se caga en nosotros desde los altoparlantes, que están tan ALTOS como la maquinaria lo permita: "SE REQUIERE", dice Dios, "QUE TRABAJEN UNA HORA EXTRA" esa palabra es nueva: requerir. Entonces haces esa hora y después Dios aúlla de nuevo, dos minutos antes que nos vayamos, que se REQUIERE que trabajemos otra hora, después el mismo plan: otra y otra, hasta que llegas a las podridas 12, está bien, 12 y 8 horas para dormir son 20, más la hora del almuerzo, 21. Desayuno, cena, viajar, cagar, afeitarse, vestirse, desvestirse, decirle algo a tus hijos, mirar un minuto la pared, y todas las otras cosas, peluquería, comprar zapatos, sacarse una muela, tratar de arrancar el auto, matar una mosca... 24 horas, y ya tienes que volver, más CARNEROS, tú sabes todo esto, creí que tenía que decirte que yo también lo sé, y nunca hay dinero, por todo eso, nunca hay dinero. Trabajas 40, 72 ó 32 horas a la semana, al final juntas la misma guita, extraño pero es verdad, tú tienes una familia, yo tengo una hija que mantener, no andamos mendigando, nos hacemos cargo de lo nuestro. Amo a mi chiquitita diez mil veces.
Bien, muy bien, pero también estamos locos, nos gusta caminar por la playa con la mochila a la espalda y una botella de vino barato, nos gusta mirar la luna durante 3 horas o simplemente sentarnos por ahí y percibir el hedor de los pescados muertos, de la muerte de otro, nos gusta sentarnos y hacerle cosquillas a la sombra de China a través de las olas, VVVASSSSH!!, nos gusta no hacer nada durante HORAS y HORAS y HORAS, no hacer nada, llenándonos como una pileta con agua caliente, sintiendo nuestros sesos de algodón allí arriba, sintiendo ratones entre nuestras orejas, incluso preguntándonos acerca de Cristo, o qué pasaría si hay 13 a la mesa, si alguien derramara vino en la ropa o se tirara un pedo, preguntándonos todas esas estupideces, comparando al sol con un limón, enamorándonos del color amarillo como si fuera una puta del culo grande. Amarillo, amarillo, ése soy yo, es mi color favorito, bien, afortunadamente conocí las trampas mirando a mi padre, estudiando a mi padre. Me fabriqué un montón de tiempo vacío. Siempre viví con mujeres viejas y borrachas, muy VIEJAS, porque yo no quería chicos, no quería esa trampa. "Bukowski", me decían mis pocos amigos, "tú puedes conseguir algo mejor que ESO", "sshissh", les decía yo, "ahí trae el vino". Incluso me divertía cuando les presentaba a mi mujer. "Hey, ésta es Mary". "Mary, éste es Joe". Y yo miraba la cara de Joe mientras el miraba a la panzona, vieja y borracha vaca de Bukowski. Yo no tenía coartada, en realidad, la mayoría de mis vacas eran buenas mujeres, quiero decir, lo único que querían era a mí y algo para tomar, me imagino que eran cualidades bastante apreciables, mientras tanto, sin chicos, sin matrimonio, sin presiones, después de todo yo tampoco era más lindo ni estaba más en paz que muchas de mis vacas, claro que algunas de ellas eran viciosas, desprolijas, sucias y endurecidas como viejos trapos sin lavar, y así era yo también, sentía que podía putear todas las paredes, los caseros, la policía, los niños, las estrellas, los putos, los ladrones, y el hedor de la vida. Era una buena oferta: yo sabía donde pertenecía, yo era piola. Patiné una vez, más por compasión que por otra cosa, y encontré que tenía una esposa de 23 años, ella carecía de garra, de sabiduría, de capítulos de vida detrás de ella, era una agitadora una snob... hipersensible a la menor crítica, pero mientras tanto la miraban los grandes farsantes, los Románticos de película, los almamuerta falsificadores de la Gracia, bien, pero ridículo, por suerte para mí, la cosa no anduvo, sus pretendientes merodeaban y le decían lo bestia que era yo, o peor, fingiendo no ser bestias mostraban la bestia en mí, que estaba ahí, en verdad estaba ahí, por supuesto. Mierda. Así que me divorcié. escapé. me fui a la playa y traté de leer a Faulkner de nuevo, me tiré en la arena vestido y era mediodía, pero así no podían ver mis cicatrices. Una horrible enfermedad me dejó estas horribles cicatrices por toda la espalda. Ponerme al lado de algo y me lo agarro, nunca voy a saber por qué no me garré sífilis o gonorrea, sólo ladillas y me cogí las putas más asquerosas de los bares de costa a costa, deliberadamente. ¿Te conté de esa vez cuando me levanté una puta joven? en un bar, ella tenía 19 ó 20, una joyita, como dicen los muchachos, sólo que su madama, una vieja bruja de 55, insistía en venir a controlar que yo no le arruinara o mutilara su pedazo de carne fresca recién llegada. O.k., le dije, nos fuimos a mi casa y tomamos unos tragos, un poco más que unos tragos, el lugar estaba sobre una colina en el Gran Central Market, yo todavía creía que era escritor o algo así y me alimentaba a base de papas y pescado hervido, todo iba bien hasta que tomé otro trago y decidí que ya era tiempo de que el gran amante, Rupert Brooke Bukowski , se pusiera en acción, por costumbre, por instinto, por supuesto agarré a la vieja bruja de 55 años en vez de la joyita de 19, la costumbre se te hace carne, macho. Siempre me voy a acordar de esa vieja bruja con cara de asesina (no sé si usaba una boina verde) le faltaba una mano, y en su lugar le habían puesto algo metálico, brillante y plateado, lo recuerdo, era un GARFIO MUY GRANDE. Después de la primera agarrada consideré que no me la iba a poder montar, ella retrocedió y me sacudió con el garfio –SWISH!– "¡hey, este hijo de puta está LOCO!", gritó. Recuerdo ese garfio que iba y venía y yo esquivándolo por toda la habitación, mientras tanto, la pierna de 19 estaba muy asombrada, yo también, huí de la habitación y las dejé con mis cuentos inmortales, que los quemaran si querían, que se cogieran si querían... ¿por donde iba? ah, sí, en la playa leyendo a Faulkner, intentando otra vez, intentando convencerme de que él no era falso, había ganado todos los premios, incluso parecía un hombre en las fotos. ¿Qué andaba mal? sentía que era un vino demasiado suave, todavía estoy asombrado. Él no puede escribir, lo hace muy light, es celuloide, inteligente, lindo, ¿y yo que tenía de malo? algunos monos estaban jugando a la pelota y la tiraron cerca de mí, llenaron de arena a Faulkner, me llenaron a mí, a mi boca, a mis orejas, me quedé ahí, en el medio del juego, en el medio del juego de Faulkner mientras mi ex-esposa se iba con un idiota culturoso que usaba pisacorbatas púrpura y tenía acento de profesor, a lo Boyer, sabía como imitarlo, tenía un autocine.
¿De qué estoy hablando? principalmente de mi extrema sagacidad para mantenerme fuera de las trampas, así que me encuentro con esta mujer, ella tiene 42, yo tengo 44 ¿qué necesidad de preocuparse por los chicos? ¿qué responsabilidad? otro arreglo conveniente, ¡Por dios, cuando Bukowski vino al mundo debe haber estado primero en la fila para conseguirse cerebro!
Escúchame, Blaz, me hubiera gustado que alguien me sacara una foto en el instante en que me dijo que estaba embarazada, debo haber sido un monumento a la incredulidad, como si un tipo se despertara una mañana y se diera cuenta de que alguien le cortó las bolas durante la noche –quiero decir, ese PRIMER CONOCIMIENTO, esa PRIMERA MIRADA, bajando la mano hasta ahí y no he encontrado nada, escúchame, yo todavía tengo mis bolas.
Incluso escribí un poema acerca de un tipo al que le cortan las bolas, sólo trato de hacerte ver cómo es la cosa. 44 años de astucia planeada, deliberada, un disparo, bang. Así no más, terminado, me gustaría que tuvieras esa foto de la que hablo, porque así cuando te pones triste podrías mirarla y reírte durante horas, en fin, es una bella hija, un milagro, estoy feliz de tenerla, pero, cariño, dios o alguien apuró la cosa, bueno, pienso en todos los cuerpos jóvenes que pasé, ¡arrrrg!, cuando nazcan estúpidos mejores y más grandes, Bukowski todavía estará a la frente del desfile.
Me alegra oír que "Assholes" se va a convertir en un libro, se lo dediqué a Wantling, no por el libro sino para hacerle una dedicatoria, lo último que sé es que estaba trabajando en un lavadero de autos por $1.25 la hora, es duro para un casi genio, no quiero decir que deberían alimentarlo y adularlo como a Patchen, no es la miseria lo que importa, todos los hombres sufren, incluso los que no escriben poesía, y si vamos a ayudar a Patchen, también tenemos que ayudar a Joe Brown, o no sirve.
Webb, no sé. despilfarró miles de dólares viajando por el país en busca de una nueva Taos, una nueva Camel, un nuevo algo, mientras se apartaba de las áreas atómicas que indicaban los expertos, bueno, es su problema, pero viaja en trenes especiales con su esposa, 2 perros, la impresora, toneladas de cartón, de papel tipografía, libros; manuscritos. Se tuvieron que ir de New Orleans, no lo soportaron –los turistas, el Ku Klux Klan, los malandras, el mal clima para los pulmones de Lou. O.k. Recibo postales de alguna ciudad: "Creo que es acá. Está todo bien" (...)
Los Ángeles es un área atómica, San Francisco es un área atómica, y así fue, yo les había escrito tiempo atrás intentando decirles que no había ciudades, que la mierda cubría todo lugar habitado por humanos, pero no captaron el mensaje, así que cuando me escribían desde diferentes ciudades aquellos "ésta puede ser", yo les contestaba, bueno, bueno, qué bien. Ahora me llegó otra carta de Tucson, "Lou extraña New Orleans, le gustaría volver. Este pueblo es desagradable, los colectivos andan hasta las 6. Todos son viejos. Sólo ves gente vieja caminando. No nos hicimos amigos de nadie". (...)
En fin, les escribí unos poemas hace mucho, mucho tiempo. Mira que infeliz desagradecido que soy.

Charles Bukowski