lunes, 16 de julio de 2012

Borrador II


Hay un cúmplase para el sueño del hombre
No es finiquito sino el comienzo
De toda precaria existencia humana
No solamente me remito a los seres antiguos
Me elevo sobre las mismas cumbres
Para sentir el olor de los espinos
Me hundo en lo más hondo
De las quebradas inaugurales
Y me remonto de repente como un caballo alado
Por sobre el más lúcido pensamiento del hombre
¿De qué hombre?

Pienso en Enrique Lihn, en Jorge, en Alfonso, en Rolando,
En todos los hombres que alguna vez me reconocieron,
Que reconocieron mis venas y mi saliva,
Pienso en lo que significó la estancia tan efímera
De mis camaradas, de mis compañeros,
Estancia tan efímera de la que soy una sobreviviente.
Quiero cruzar este río verde, más allá del río
Quiero estar en lo hondo del valle precedido,
Quiero estar también en la pequeña flor.

Yo sé que estoy en el gran temblor de la tierra
Para inaugurar los otoños, pero no las primaveras.

Stella Díaz Varín