domingo, 27 de mayo de 2012

Magdalena


Todos los días recojo una flor para nombrarte
dejo sonar una campana
dibujo alguna esperanza
entierro distintas semillas
recorto las ramas secas
me siento bajo un árbol
un árbol con ramas altas
con cicatrices en el tronco
las raíces a la vista

la muerte sobra de todas maneras

los pájaros que cantaron ayer
no vienen al silencio

hacen sus nidos tristes sobre mis hombros
dejan caer alguna pluma
plumas pequeñas
de recién nacidos

primeras esculturas del vuelo


el viento mueve mi cabello como despidiéndose
toca mi frente, se espanta,
me levanto, vuelvo al mundo

la muerte sigue sobrando entre nosotras

Marcela Reyes