Todos los días recojo una flor para nombrarte
dejo sonar una campana
dibujo alguna esperanza
entierro distintas semillas
recorto las ramas secas
me siento bajo un árbol
un árbol con ramas altas
con cicatrices en el tronco
las raíces a la vista
la muerte sobra de todas maneras
los pájaros que cantaron ayer
no vienen al silencio
hacen sus nidos tristes sobre mis hombros
dejan caer alguna pluma
plumas pequeñas
de recién nacidos
primeras esculturas del vuelo
el viento mueve mi cabello como despidiéndose
toca mi frente, se espanta,
me levanto, vuelvo al mundo
la muerte sigue
sobrando entre nosotras
Marcela Reyes