lunes, 16 de julio de 2012

IV. Aquí hace mucho tiempo bailaba Halicarnaso...

Aquí hace mucho tiempo bailaba Halicarnaso
las Nereidas bailaban
yo bailaba.

Pero las cosas mueren
no por lluvia ni viento ni terremoto o turco,
sino cuando la vida deja de poseerse
y el amor.

Hoy volví a este lugar
y a la cuádruple cabeza de caballo:
vive el trabajo, no el trabajador.

¡Friso animado, Fidias muerto!

Estas cuatro cabezas, pero
¿y el cincel y el antebrazo de los escultores?

Aquí está la Nereida
no mi cuerpo.

Aquí está el Partenón
¿y Fidias, dónde está?
Sus hijos siguen
abrazados a cabezas de mármol,
como yo a este lugar.
Ha pasado la vida
y la danza.

Félix de Azúa