domingo, 27 de mayo de 2012

Machina


Despierto en la calle, bailando.
No se hacia donde voy, pero si continúo lo sabré.
El corazón se me sale, me lo saco para que no me estorbe y sigo el ritmo.
En una esquina, ojos llenos de lascivia me miran, me acerco, nos juntamos, sexo, sexo, y lo mismo.
Un cigarro, un trago, un cigarro, un trago, aspiro, me inyecto, un trago, me lo trago, aspiro.
¡¡Mastúrbame sociedad, mastúrbame!!                                                                                   
La masa palpitante baila, se desgarran entre ellos, solos, uno a uno.
¡Acto de caníbales! Se escucha por ahí y un ¡Aleluya! nace desde un rincón oscuro.
El alma se quiere ir, sugiriéndome que haga lo mismo.
Un breve momento de lucidez me hace correr.
-Disculpe señora ¿sabe donde esta la salida?
Y frente a frente, me sumerjo en el mar carnal ahogándome, paso a paso.
Un suicidio de cinco años.
Suicidio al final.
Alexia Molinare