I
Nuestra casa está en mitad del camino
Que
une el primer sol con el último
Nuestra
negra suerte de doradas manos
Fue
nuestro único arquitecto
Imaginó
parece un puente celestial
Una
balanza de sol quizás
Y
resultó una casa
II
Desde entonces surgen espectros en el camino
Y
seres peligrosos y altisonantes
Y
comerciantes de sol
Desaparecen
las casas hermosas
En
la lucha entre cielo y tierra
En
el rechinar de la oscuridad
En
el grito de socorro de la luz
En
el pataleo de los cascos sobre el techo
III
Cada
tanto el cielo se separa de la tierra
La
casa aparece de nuevo en mitad del camino
Aparece
hermosa
Sí
como un puente celestial
Como
una balanza de sol
IV
El
camino sigue ocupado en sus cosas
Une
el primer sol con el último
Sólo
los vientos
Que
sirven en torno a la casa
Dispersan
el hedor de los cuernos ardidos
Vasko Popa
de Sal lobuna. 1975