domingo, 30 de enero de 2011

Humpty Dumpty (Fragmento de Alicia a través del espejo)

Cuando yo uso una palabra –insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso– quiere decir lo que yo quiero que diga…, ni más ni menos.
–La cuestión –insistió Alicia– es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
–La cuestión –zanjó Humpty Dumpty– es saber quién es el que manda…, eso es todo.
Alicia se quedó demasiado desconcertada con todo esto para decir nada; de forma que tras un minuto Humpty Dumpty empezó a hablar de nuevo: –Algunas palabras tienen su genio… particularmente los verbos…, son los más creídos…, con los adjetivos se puede hacer lo que se quiera, pero no con los verbos…, sin embargo, ¡yo me las arreglo para tenérselas tiesas a todos ellos! ¡Impenetrabilidad! Eso es lo que yo siempre digo.
–¿Querría decirme, por favor –rogó Alicia– qué es lo que quiere decir eso?
–Ahora sí que estás hablando como una niña sensata –aprobó Humpty Dumpty, muy orondo. –Por «impenetrabilidad» quiero decir que ya basta de hablar de este tema y que más te valdría que me dijeras de una vez qué es lo que vas a hacer ahora pues supongo que no vas a estar ahí parada para el resto de tu vida.
–¡Pues no es poco significado para una sola palabra! –comentó pensativamente Alicia.
Cuando hago que una palabra trabaje tanto como esa explicó Humpty Dumpty– siempre le doy una paga extraordinaria.
–¡Oh! Dijo Alicia. Estaba demasiada desconcertada con todo esto como para hacer otro comentario.
–¡Ah, deberías de verlas cuando vienen a mi alrededor los sábados por la noche! –continuó Humpty Dumpty.
–A por su paga, ya sabes…
(Alicia no se atrevió a preguntarle con qué las pagaba, de forma que menos podría decíroslo yo a vosotros.)
–Parece usted  muy ducho en esto de explicar lo que quieren decir las palabras, señor mío –dijo Alicia– así que, ¿querría ser tan amable de explicarme el significado del poema titulado «Galimatazo»?
–A ver, oigámoslo –aceptó Humpty Dumpty– soy capaz de explicar el significado de cuantos poemas se hayan  inventado y también el de otros muchos que aún no se han inventado.
Esta declaración  parecía ciertamente prometedora, de forma que Alicia recitó la primera estrofa: 
 
“Brillaba, brumeando negro, el sol,
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas,
mimosos se fruncían los borogobios
mientras el momio rantas murgiflaba”.

–Con eso basta para empezar– interrumpió Humpty Dumpty– que ya tenemos ahí un buen montón de palabras difíciles: eso de que «brumeaba negro el sol» quiere decir que eran ya las cuatro de la tarde…, porque es cuando se encienden las brasas para asar la cena.
–Eso me parece muy bien –aprobó Alicia– pero, ¿y lo de los «agilisco- sos»?
–Bueno, verás: «agiliscosos» quiere decir «ágil y viscoso», ¿comprendes? es como si se tratara de un sobretodo…, son dos significados que envuelven a la misma palabra.
–Ahora lo comprendo –asintió Alicia, pensativamente. –Y, ¿qué son los «limazones»?
-Bueno, los «limazones» son un poco como los tejones…, pero también se parecen un poco a los lagartos…, y también tienen un poco el aspecto de un sacacorchos…
–Han de ser unas criaturas de apariencia muy curiosa.
–Eso sí, desde luego –concedió Humpty Dumpty– también hay que señalar que suelen hacer sus madrigueras bajo los relojes de sol…, y también que se alimentan de queso.
Y, ¿qué es «giroscar» y «banerrar»?
–Pues «giroscar» es dar vueltas y más vueltas, como un giroscopio; y «banerrar» es andar haciendo agujeros como un barreno.
–Y la «vápara», ¿será el césped que siempre hay alrededor de los relojes de sol, supongo? –dijo Alicia, sorprendida de su propio ingenio.
–¡Pues claro que sí! Como sabes, se llama «vápara» porque el césped ese va para adelante en una dirección y va para atrás en la otra.
–Y va para cada lado un buen trecho también –añadió Alicia.
–Exactamente, así es. Bueno, los «borogobios» son una especie de pájaros desaliñados con las plumas erizadas por todas partes…, una especie de estropajo viviente. Y en cuanto a que se «fruncían mimosos», también puede decirse que estaban «fruncimosos», ya ves, otra palabra con sobretodo.
–¿Y el «momio» ese que «murgiflaba rantas»? –preguntó Alicia. –Me parece que le estoy ocasionando muchas molestias con tanta pregunta.
–Bueno, las «rantas» son una especie de cerdo verde; pero respecto a los «momios» no estoy seguro de lo que son: me parece que la palabra viene de «monseñor con insomnio», en fin, un verdadero momio.
–Y entonces, ¿qué quiere decir eso de que «murgiflaban»?
–Bueno, «murgiflar» es algo así como un aullar y un silbar a la vez, con una especie de estornudo en medio; quizás llegues a oír como lo hacen alguna vez en aquella floresta…, y cuando te haya tocado oírlo por fin, te bastará ciertamente con esa vez. ¿Quién te ha estado recitando esas cosas tan difíciles?
–Lo he leído en un libro –explicó Alicia. –Pero también me han recitado otros poemas mucho más fáciles que ese; creo que fue Tweedledee…, si no me equivoco.
–¡Ah! En cuanto a poemas –dijo Humpty Dumpty, extendiendo elocuentemente una de sus grandes manos– yo puedo recitar tan bien como cualquiera, si es que se trata de eso…
–¡Oh, no es necesario que se trate de eso! –se apresuró a atajarle Alicia, con la vana esperanza de impedir que empezara.

Lewis Carrol