viernes, 12 de noviembre de 2010

Melancolía de muchacha

Se me ocurre pensar en un jinete joven
casi como en un viejo dicho.

Que venía. En el bosque a veces viene
la gran tormenta así para ocultarte.
Que iba. Y así te deja solitaria.
La bendición de las grandes campanas
a menudo en mitad de la oración
Y entonces gritar quieres en la calma,
pero tan sólo lloras quedamente
hondo dentro de tu fresco pañuelo.

Se me ocurre pensar en un jinete joven
que va lejos, armado.

Era muy blanda y fina su sonrisa:
igual que resplandor de marfil viejo,
como nostalgia o nieve navideña
en patio oscuro, o piedra de turquesa
en que se engarzan unas claras perlas,
como claro de luna
en un libro querido.


Rainer María Rilke