miércoles, 1 de septiembre de 2010

El desdichado

Yo soy el Tenebroso, -el viudo-, el Sin Consuelo,
Príncipe de Aquitania de la Torre abolida:
Mi única estrella ha muerto, y mi laúd constelado
lleva en sí el negro sol de la Melancolía.

En la Tumba nocturna, Tú que me has consolado,
devuélveme el Pausílipo y el mar de Italia, aquella
flor que tanto gustaba a mi alma desolada,
y la parra de el Pánpano a la Rosa se alía.

¿Soy Amor o soy Febo?… Soy Lusignan o ¿Biron?
Mi frente aún enrojece del beso de la Reina;
he soñado en la Gruta donde nada la Sirena…

He, doble vencedor, traspuesto el Aqueronte:
Modulando unas veces en la lira de Orfeo
suspiros de la Santa y, otras, gritos del Hada.

Gerard de Nerval
Versión de Aníbal Núñez