Tú
eres como yo, nene, la vida y el camino te están matando –puede que sea el
pecho, el culo o la panza... pero algo GRITA... Kristo; me gustaría decir que
el ALMA grita. ah, somos DeMop en el bote, grandes músculos anaranjados y mente
y la sífilis del alma y nada que la cure. ¡ouch! tú y yo vimos suficientes
fábricas y usurpadores y bestias y patrones y despidos y ollas populares y
filas de desocupados y resacas y hospitales y cárceles y mujeres arruinadas
como para que el estómago de cualquiera busque saltar y arrastrarse hasta un
agujero sin pelo y esperar a que venga la bomba a que la deidad del whisky del
amor y la calma (LA MUERTE) venga. esos dolores que tienes en el pecho son
productos del trabajo los nervios y el sinsentido: tienes 2 agujas de relojes
apuñalándote el corazón, y es un reloj feo, muy feo. necesitas más tiempo que
las primeras 5000 personas que pasen en la calle, y lo sabes. yo también. no te
engañes –mucha gente quiere la ESCLAVITUD, un trabajo, 2 trabajos, cualquier
cosa que los mantenga en la jaula. Y cuando les piden que trabajen horas extras
noche tras noche, chupándoles la sangre de su débil bravura, los ves sonreír,
con esas sucias sonrisas de horas extras, les encanta, mi dios, tienen un dicho
para eso donde yo trabajo. Una palabra. "¡CARNEROS!", dicen y lamen
la grasa de sus labios cuando cae la palabra, mientras Dios se caga en nosotros
desde los altoparlantes, que están tan ALTOS como la maquinaria lo permita:
"SE REQUIERE", dice Dios, "QUE TRABAJEN UNA HORA EXTRA" esa
palabra es nueva: requerir. Entonces haces esa hora y después Dios aúlla de
nuevo, dos minutos antes que nos vayamos, que se REQUIERE que trabajemos otra
hora, después el mismo plan: otra y otra, hasta que llegas a las podridas 12,
está bien, 12 y 8 horas para dormir son 20, más la hora del almuerzo, 21.
Desayuno, cena, viajar, cagar, afeitarse, vestirse, desvestirse, decirle algo a
tus hijos, mirar un minuto la pared, y todas las otras cosas, peluquería,
comprar zapatos, sacarse una muela, tratar de arrancar el auto, matar una
mosca... 24 horas, y ya tienes que volver, más CARNEROS, tú sabes todo esto,
creí que tenía que decirte que yo también lo sé, y nunca hay dinero, por todo eso,
nunca hay dinero. Trabajas 40, 72 ó 32 horas a la semana, al final juntas la
misma guita, extraño pero es verdad, tú tienes una familia, yo tengo una hija
que mantener, no andamos mendigando, nos hacemos cargo de lo nuestro. Amo a mi
chiquitita diez mil veces.
Bien, muy
bien, pero también estamos locos, nos gusta caminar por la playa con la mochila
a la espalda y una botella de vino barato, nos gusta mirar la luna durante 3
horas o simplemente sentarnos por ahí y percibir el hedor de los pescados
muertos, de la muerte de otro, nos gusta sentarnos y hacerle cosquillas a la
sombra de China a través de las olas, VVVASSSSH!!, nos gusta no hacer nada
durante HORAS y HORAS y HORAS, no hacer nada, llenándonos como una pileta con
agua caliente, sintiendo nuestros sesos de algodón allí arriba, sintiendo
ratones entre nuestras orejas, incluso preguntándonos acerca de Cristo, o qué
pasaría si hay 13 a la mesa, si alguien derramara vino en la ropa o se tirara
un pedo, preguntándonos todas esas estupideces, comparando al sol con un limón,
enamorándonos del color amarillo como si fuera una puta del culo grande.
Amarillo, amarillo, ése soy yo, es mi color favorito, bien, afortunadamente
conocí las trampas mirando a mi padre, estudiando a mi padre. Me fabriqué un
montón de tiempo vacío. Siempre viví con mujeres viejas y borrachas, muy
VIEJAS, porque yo no quería chicos, no quería esa trampa. "Bukowski",
me decían mis pocos amigos, "tú puedes conseguir algo mejor que ESO",
"sshissh", les decía yo, "ahí trae el vino". Incluso me
divertía cuando les presentaba a mi mujer. "Hey, ésta es Mary".
"Mary, éste es Joe". Y yo miraba la cara de Joe mientras el miraba a
la panzona, vieja y borracha vaca de Bukowski. Yo no tenía coartada, en
realidad, la mayoría de mis vacas eran buenas mujeres, quiero decir, lo único
que querían era a mí y algo para tomar, me imagino que eran cualidades bastante
apreciables, mientras tanto, sin chicos, sin matrimonio, sin presiones, después
de todo yo tampoco era más lindo ni estaba más en paz que muchas de mis vacas,
claro que algunas de ellas eran viciosas, desprolijas, sucias y endurecidas
como viejos trapos sin lavar, y así era yo también, sentía que podía putear
todas las paredes, los caseros, la policía, los niños, las estrellas, los
putos, los ladrones, y el hedor de la vida. Era una buena oferta: yo sabía
donde pertenecía, yo era piola. Patiné una vez, más por compasión que por otra
cosa, y encontré que tenía una esposa de 23 años, ella carecía de garra, de
sabiduría, de capítulos de vida detrás de ella, era una agitadora una snob...
hipersensible a la menor crítica, pero mientras tanto la miraban los grandes
farsantes, los Románticos de película, los almamuerta falsificadores de la
Gracia, bien, pero ridículo, por suerte para mí, la cosa no anduvo, sus
pretendientes merodeaban y le decían lo bestia que era yo, o peor, fingiendo no
ser bestias mostraban la bestia en mí, que estaba ahí, en verdad estaba ahí,
por supuesto. Mierda. Así que me divorcié. escapé. me fui a la playa y traté de
leer a Faulkner de nuevo, me tiré en la arena vestido y era mediodía, pero así
no podían ver mis cicatrices. Una horrible enfermedad me dejó estas horribles
cicatrices por toda la espalda. Ponerme al lado de algo y me lo agarro, nunca
voy a saber por qué no me garré sífilis o gonorrea, sólo ladillas y me cogí las
putas más asquerosas de los bares de costa a costa, deliberadamente. ¿Te conté
de esa vez cuando me levanté una puta joven? en un bar, ella tenía 19 ó 20, una
joyita, como dicen los muchachos, sólo que su madama, una vieja bruja de 55,
insistía en venir a controlar que yo no le arruinara o mutilara su pedazo de
carne fresca recién llegada. O.k., le dije, nos fuimos a mi casa y tomamos unos
tragos, un poco más que unos tragos, el lugar estaba sobre una colina en el Gran
Central Market, yo todavía creía que era escritor o algo así y me alimentaba a
base de papas y pescado hervido, todo iba bien hasta que tomé otro trago y
decidí que ya era tiempo de que el gran amante, Rupert Brooke Bukowski , se
pusiera en acción, por costumbre, por instinto, por supuesto agarré a la vieja
bruja de 55 años en vez de la joyita de 19, la costumbre se te hace carne,
macho. Siempre me voy a acordar de esa vieja bruja con cara de asesina (no sé
si usaba una boina verde) le faltaba una mano, y en su lugar le habían puesto
algo metálico, brillante y plateado, lo recuerdo, era un GARFIO MUY GRANDE.
Después de la primera agarrada consideré que no me la iba a poder montar, ella
retrocedió y me sacudió con el garfio –SWISH!– "¡hey, este hijo de puta
está LOCO!", gritó. Recuerdo ese garfio que iba y venía y yo esquivándolo
por toda la habitación, mientras tanto, la pierna de 19 estaba muy asombrada,
yo también, huí de la habitación y las dejé con mis cuentos inmortales, que los
quemaran si querían, que se cogieran si querían... ¿por donde iba? ah, sí, en
la playa leyendo a Faulkner, intentando otra vez, intentando convencerme de que
él no era falso, había ganado todos los premios, incluso parecía un hombre en
las fotos. ¿Qué andaba mal? sentía que era un vino demasiado suave, todavía
estoy asombrado. Él no puede escribir, lo hace muy light, es celuloide,
inteligente, lindo, ¿y yo que tenía de malo? algunos monos estaban jugando a la
pelota y la tiraron cerca de mí, llenaron de arena a Faulkner, me llenaron a mí,
a mi boca, a mis orejas, me quedé ahí, en el medio del juego, en el medio del
juego de Faulkner mientras mi ex-esposa se iba con un idiota culturoso que
usaba pisacorbatas púrpura y tenía acento de profesor, a lo Boyer, sabía como
imitarlo, tenía un autocine.
¿De qué estoy
hablando? principalmente de mi extrema sagacidad para mantenerme fuera de las
trampas, así que me encuentro con esta mujer, ella tiene 42, yo tengo 44 ¿qué
necesidad de preocuparse por los chicos? ¿qué responsabilidad? otro arreglo
conveniente, ¡Por dios, cuando Bukowski vino al mundo debe haber estado primero
en la fila para conseguirse cerebro!
Escúchame,
Blaz, me hubiera gustado que alguien me sacara una foto en el instante en que
me dijo que estaba embarazada, debo haber sido un monumento a la incredulidad,
como si un tipo se despertara una mañana y se diera cuenta de que alguien le
cortó las bolas durante la noche –quiero decir, ese PRIMER CONOCIMIENTO, esa
PRIMERA MIRADA, bajando la mano hasta ahí y no he encontrado nada, escúchame,
yo todavía tengo mis bolas.
Incluso
escribí un poema acerca de un tipo al que le cortan las bolas, sólo trato de
hacerte ver cómo es la cosa. 44 años de astucia planeada, deliberada, un
disparo, bang. Así no más, terminado, me gustaría que tuvieras esa foto de la
que hablo, porque así cuando te pones triste podrías mirarla y reírte durante
horas, en fin, es una bella hija, un milagro, estoy feliz de tenerla, pero,
cariño, dios o alguien apuró la cosa, bueno, pienso en todos los cuerpos
jóvenes que pasé, ¡arrrrg!, cuando nazcan estúpidos mejores y más grandes,
Bukowski todavía estará a la frente del desfile.
Me alegra oír
que "Assholes" se va a convertir en un libro, se lo dediqué a
Wantling, no por el libro sino para hacerle una dedicatoria, lo último que sé
es que estaba trabajando en un lavadero de autos por $1.25 la hora, es duro
para un casi genio, no quiero decir que deberían alimentarlo y adularlo como a
Patchen, no es la miseria lo que importa, todos los hombres sufren, incluso los
que no escriben poesía, y si vamos a ayudar a Patchen, también tenemos que
ayudar a Joe Brown, o no sirve.
Webb, no sé.
despilfarró miles de dólares viajando por el país en busca de una nueva Taos,
una nueva Camel, un nuevo algo, mientras se apartaba de las áreas atómicas que
indicaban los expertos, bueno, es su problema, pero viaja en trenes especiales
con su esposa, 2 perros, la impresora, toneladas de cartón, de papel
tipografía, libros; manuscritos. Se tuvieron que ir de New Orleans, no lo
soportaron –los turistas, el Ku Klux Klan, los malandras, el mal clima para los
pulmones de Lou. O.k. Recibo postales de alguna ciudad: "Creo que es acá.
Está todo bien" (...)
Los Ángeles es
un área atómica, San Francisco es un área atómica, y así fue, yo les había
escrito tiempo atrás intentando decirles que no había ciudades, que la mierda
cubría todo lugar habitado por humanos, pero no captaron el mensaje, así que
cuando me escribían desde diferentes ciudades aquellos "ésta puede
ser", yo les contestaba, bueno, bueno, qué bien. Ahora me llegó otra carta
de Tucson, "Lou extraña New Orleans, le gustaría volver. Este pueblo es
desagradable, los colectivos andan hasta las 6. Todos son viejos. Sólo ves
gente vieja caminando. No nos hicimos amigos de nadie". (...)
En fin, les escribí unos poemas hace
mucho, mucho tiempo. Mira que infeliz desagradecido que soy.
Charles Bukowski