lunes, 30 de noviembre de 2009

Cuando la carne ya esta muerta

Las palomas como las personas devoran los granos de arroz sin permiso alguno, no como los perros que esperan a que les den de comer en sus fieles bocas. Bueno estoy frente a las palomas viendo como devoran mis últimas monedas sin piedad, el sol me pega en mi terno negro y ya ese olor fétido de las plazas se esta oliendo en el ambiente, la vejes me arruga como las raíces de un árbol viejo, sabio e inservible, en donde su tronco no puede sostener sus ramas pues ya no tiene esa fuerza como cuando fue un brote verde y prodigioso. Plumíferos ingratos termina mi ración de arroz y se van de nuevo a sus tejados a criar a sus hijos, luego que los alimente con el poco dinero que me quedaba, ahora creo que las palomas se parecen a los perros, en un momento están a tu lado y luego se van dejándote botado en la soledad de una sucia plaza.

A lo lejos diviso una de ellas volviendo a mi, no con la cara gacha, sino con la frente en alto, va creciendo, aumentando de tamaño, ¡Dios mío! no es una paloma ¡es un buitre!, con su cuello color ceniza y mirada oscura, viene atacarme, ya mis pies reaccionan como cuando era joven, es impresionante, mi cuerpo late como tambor de baile chino, pero igual este temor por el monstruo que va detrás mío me impide gritar, es como si algo obstruyera mi seca garganta, trata de picotearme pero por suerte una esquina me salva, pero por mala suerte (tal vez el intento de un equilibrio) me encuentro frente a un callejón sin salida, lanzo el peor de mis garabatos y volteo para verme frente a frente con este inmenso pájaro de la carne muerta, ¿será que se a equivocado de persona?, ya que aún yo sigo vivo y no soy carroña según su dieta, pero al oler mi ropa pierdo mi esperanza de vida, ya que mi olor es como de un muerto abandonado por años en un sepulcro mal cuidado. El buitre comienza avanzar a paso lento como si disfrutara mi miedo, me agarró a la vida y a la muerte, no tengo salida va a devorarme, pero una vos igual a la mía me despierta y miro hacia al lado, es una anciana ciega que me abre las puertas de su casa para que pueda huir, emprendo de nuevo la huida entre los pasillos del hogar de la anciana, escucho detrás mío al buitre como me persigue botando las figuras santas y los cuadros familiares, veo una salida a lo lejos es blanca como un hospital, la cruzo y me veo de nuevo en una plaza pero en forma de colina, donde mediante la subo voy saltando a los jóvenes fornicando que sin descaro alguno penetran sus lenguas frente a todos, me estoy cansando, cruzo el puente rayado de la calle y sin previo alguno un auto golpea mi elegante traje lanzándome al césped de otra plaza, mis ojos se nublan y veo como las ingratas palomas me observan casi llorando, pero les sonrío y me río al mismo tiempo, mientras soy elevado por un ángel, o un demonio en forma de buitre.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Receta para el insomnio

(o lo que hacemos con nuestro cuerpo)

Antes de leerlo: Esta receta esta echa para mujeres, pero si sufre la misma enfermedad y es hombre, hacer el favor de volverse travesti.

gracias

Señorita Adela De Maria Araya Flores, le escribo esta carta con el propósito de solucionar su malestar que tanto la atormenta en esas noches húmedas, me refiero al absurdo insomnio. Primero le explicare y le advertiré que la leche que viene en caja, no funciona para regresar al sueño, ya que la única solución para un malestar humano es algo humano, y ya tenemos el conocimiento realizado por una investigación, por parte de la empresa Colun, que la leche viene de las tetas de las vacas, extra[os cuadrúpedos de cuatro estómagos con piel con manchas como un mapa Europeo después de la guerra.

Mi mayor recomendación es que saque leche de su pezón derecho, pero tenga cuidado de sacarlo del izquierdo, ya que podría salir muy agria para su esperado sueño. Si por alguna razón sus pezones se encuentran secos como caracoles muertos al sol, valla donde su vecino mas cercano, le pide que se masturbe, y dígale que le pase una taza con vidas liquidas y se la toma en seco sobre una cama, pero con la precaución de no derramar.

Esperando que le sirva

Se despide atentamente la medicina rural chilena.


Posibles efectos secundarios: Cáncer de mama y embarazo accidental.

Conocí a un genio


" Hoy
conocí a un genio en el tren
como de seis años de edad;
se sentó a mi lado y,
mientras el tren
corría por la costa,
llegamos al océano.
el niño me miró y me dijo:
el mar no es nada bonito.

fue la primera vez
que me di cuenta
de ello. "

Charles Bukowski

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Nuestro derecho a la locura


¿Cómo debemos actuar? ¿En función de qué motivos? Cuando se trata de las necesidades inmediatas y diarias del hombre, resulta fácil responder a estas preguntas; pero cuanto más profundizamos en el campo más amplio e importante de los actos más complejos, el problema se hace difícil de resolver y es más afectado por la arbitrariedad. Sin embargo, en este tema hay que eliminar todo elemento de arbitrariedad; mientras que la moral exige precisamente que el hombre se deje guiar en sus actos -actos cuyos fines y medios no percibe automáticamente-, de una forma constante, por un miedo y una reverencia oscuros. Esta autoridad de la moral dirige pensar equivocadamente; al menos así es como suele defenderse la moral frente a sus detractores. Falso equivale, pues, a peligroso; pero peligroso ¿por qué?

Generalmente lo que tienen en cuenta los promotores de la moral autoritaria no es la bondad de un acto, sino el peligro que tales promotores correrían, la pérdida de poder o de influencia que podrían sufrir desde el momento en que se reconociera a todo el mundo, insensata y arbitrariamente, el derecho a obrar con arreglo a su razón grande o pequeña; ya que los defensores de la moral autoritaria no dudan en hacer, por su cuenta, uso del derecho a la arbitrariedad y a la locura y ordenan, aunque las preguntas, ¿qué debo hacer? Y ¿qué móviles deben impulsar mi acción? Sólo pueden ser respondidas de una forma laboriosa y difícil. Si la razón humana se ha desarrollado con tanta lentitud que hasta cabe negar su crecimiento a lo largo de la historia, ¿a qué hay que imputar este fenómeno sino a esta solemne presencia (a esta omnipresencia, diría yo) de los mandamientos morales, que ni siquiera permite al individuo que se plantee el porqué y el cómo de sus actos? ¿No trata de suscitar la educación en nosotros sentimientos patéticos, de hacernos huir a las tinieblas cuando nuestra naturaleza necesitaría conservar tuda su claridad y su sangre fría, por así decirlo, en todas las circunstancias elevadas e importantes?


Aforismo 107 del libro Aurora de Friedrich Nietzsche

El cupido y el cráneo


CXVII

(Vieja viñeta)

Cupido está sentado sobre el cráneo
De la Humanidad,
Y sobre este trono el profano,
Con risa desvergonzada,

Sopla alegremente burbujas redondas
Que suben en el aire,
Como para alcanzar los mundos
En el fondo del éter.

El globo luminoso y frágil
Toma un gran impulso,
Estalla y escupe su alma sutil
Como un sueño dorado.

Escucho al cráneo, en cada burbuja
Rogar y gemir:
—"Este juego feroz y ridículo,
¿Cuándo debe concluir?

Porque lo que tu boca cruel
Desparrama en el aire,
Monstruo asesino, es mi cerebro,
¡Mi sangre y mi carne!"

1855.

martes, 24 de noviembre de 2009

Ciudad Lírica



Aquí ya nada se parece a lo que era,
mi señora,
sombras de plástico
y olores de neón
saquean conquistadores
el capullo y el fruto

La pereza…la pereza…
La lírica perezosa de los vates sin bat


Con flores de papel
llegan a tus plantas
de ciudad nortina
con abrazo y rima
con hábito de cumpleaños
y caen en tus simas sin ver el mar

El desierto florece
pero aquí no

La pereza…la pereza…
La pereza lírica de lo que nos rodea

Con pantalones cortos
o largos
con charreteras de guerra atávica
con medallas de valor dudoso
y gorritos de periódico
el norte chico se cree grande
igual que el muerto se cree vivo

Caminando río arriba
las tablas de una ley hecha cerros
nos devuelven lágrima heredada
y dulce
el clamor de los pastos
arrasados por el sol
-canto y grito verdadero-
danzando hacia atrás la marcha
del tren elquino en el viento

Las semillas no se deshacen con agua
así la verdad
así estas montañas
así estos cactus
que siguen soñando selvas
y chañares
destilando arrope
a los cuatro vientos

En mitad de la soberbia
sobre la triada jotesca
de una catedral de vidrio
se empinan monsergas y monseñores
de aliento medieval

Aquí abren sus alas de desperdicio
dando trabajo a barrenderos y esponjas
aquí se quedan mirando el sol
dando disculpas por su plumaje

Aquí, aquí,
sin más que perder
que el esqueleto de tu gloria
invertido
inadvertido
lleno de esferas irremediables
de yesos santos
y óleos benditos

Abra la puerta, señora
que el pan viene en canastos
de dicha para el hambriento

Abra de par en par sus ojos torturados
y por una vez vea
qué bien se siente el mar
y su lejana fiesta de peces
qué bien los acordeones del puerto
excomulgados y ebrios
qué bien las prostibularias hembras
sin afectación ni afeites

Entréguese, mi señora
a la gloria y desenfado de la verdad
Deje a la pereza durmiendo en los callejones
y álcese a lomo de vientos
sobre el sino nuestro
de miel
y sin fronteras

No por más madrugadas ganarás el cielo,
vieja nodriza,
tu silencio de campanario te delata
tu falsa pollera de fraile
tu neblina perpetua de las seis
tu cínico camisón que transluce
y no

Arrímate a los cerros de este valle
cálzate sandalia mistraliana
y sonrisa severa
aromada de papaya y pisco
de chirimoya y estrellas
de vino negro
y falda franciscana para celebrar

Bailemos juntas este nuevo vals
doradas de miel
y desnudas
soplando debajo de la cama
para endulzar las sombras
para jugar al luche con tu corona
de niña vieja
con un millar de amaneceres en las costillas
con frío y demasiada paciencia
entre los ojos
Dame tus manos y tus pies
danzando de norte a norte
sobre corceles azules
porque el frío no existe
Las ataduras serán de raso liberadas
y no habrá más nudos
ni estigma
en esta cracia sin aristas

Volverás a ver tus muertos
flotando mar adentro
y el brazo alzado en llamas
de tus peores recuerdos

Desde escenográficos balcones
y geranios de etiqueta lejana
te sentarás de nuevo
ilustre y armada
de cañones sin tiros
para tocar las estrellas

Serás reina entre las reinas
de todo reino sobre el mar
y cada rincón artificial
de tu Colonia marchita
se llenará de cantos
y zapatillas
de cristal bruñido

Serena y dulce
sobrevolando cruces
Serena y leve
dictando versos al cosmos
de un observatorio gringo
Serena mía
tan puta a la sombra
y tan beata de día



Tu comunión gozosa
de ostias
vino y cebolla
me trae de golpe al suelo
y con mano maestra
descascaro el adobe que ríe
y el irisado de tu moderna edad

Nadie olvidó el Reich
sobre tus calles de amor y miseria
Nadie sacó la cuenta regresiva
de todo mal

Y rodeada en rondas como la fea
sigas buscando el verbo
en otro lado del espejo.

Claudia Hernández

El padrastro


-¡Hola!, me llamo Brillit y seré tu doctora por todo este año, ¿Por qué no comienzas contándome cómo te sientes en este instante?
-Siento que está oscuro, abro los ojos una y otra ves pero la oscuridad es cada vez más profunda.
-Y ¿Por qué crees que está esa oscuridad?-dijo la doctora-ahí que tonta he sido ¡pero si no te pregunté tu nombre!
Ella calló un momento y en el silencio se escuchó un gemido como si quisiese llorar pero se contuvo y respondió muy fuerte:
-Dayna-dijo y volvió a agachar la cabeza, la doctora la quedó mirando por un momento y dijo:
-Bueno Dayna, ¿En qué estábamos? ¡A si! En tu estado actual, dices que sientes una oscuridad profunda.
-Doctora yo quiero decirle que todo lo que hace es en vano porque todos los que han pasado por aquí y me han querido ayudar sólo han logrado quedar peor que yo.
-Tú no podrás conmigo-dijo la doctora con una voz dulce pero muy decidida- yo no te voy a mentir, yo se cual es tu historia y porque estas aquí, y me gustaría que desde tú punto de vista me cuentes tu historia.
Dayna mirando hacia el suelo dejo ver una pequeña sonrisa, levantó su mirada y luego su cabeza y le dijo a la doctora con un tono demente- ¿De verdad quiere oír?
La doctora dudo un poco por el tono en que lo dijo pero al final dijo:
-Si quiero saberlo y con detalles.
Dayna estaba callada por casi dos minutos y luego empezó a susurrar una palabra como si le tuviese que rendir cuentas a alguien por contar lo sucedido, la doctora se empezó a preocupar y dijo:
-¿Te sientes bien Dayna?
-Si, si -dijo un poco asustada
- Bien entonces cuéntame
-Yo, yo estaba en mi cuarto viendo televisión, siempre fui muy tranquila, yo siempre le repetía que él no me daba buena espina, que no me dejara sola en la casa si estaba él.
La doctora la interrumpió bruscamente y le preguntó:
-¿Quién es él?
Dayna se exaltó un poco empezó a respirar más fuerte y se movía en la silla como si se quisiese ir. Volvió a preguntar la doctora- ¿Quién es él?
-¡¡Mi padrastro!! – dijo muy fuerte para no tener que repetirlo
-Ya, ya, cálmate- dijo la doctora mientras Dayna asentía con la cabeza
-Entonces ella nunca me escuchaba y ese día mi madre fue a mi cuarto y dijo que tenía que ir de urgencia a su trabajo, era enfermera, le pregunté si estaba él y dijo no, yo di un largo suspiro y ella me miró como si yo estuviese loca, y en ese entonces yo aún estaba cuerda-dijo Dayna riendo- me dormí y eran casi las tres de la madrugada y bruscamente abrí los ojos, estaba teniendo una pesadilla, en cuanto vi que él estaba sentado en los pies de mi cama hubiese preferido seguir soñando horrores que viviéndolos en carne propia, me miraba con esos ojos penetrantes en la oscuridad de aquella noche, alcanzaba a ver esa sonrisa casi de burla que tenía. Poco a poco se empezó a acercar a mi y yo sólo decía: “¡¡No, no, aléjate!!”, él en vez de tratar de de convencerme que callara sólo mantenía su sonrisa y muy vagamente hacía un sonido macabro: “shu, shu”, puso su mano en mi rodilla y empezó a subir, yo lo traté de golpear pero estaba paralizada con y ese “shu, shu” me inundaba. Su mano llegó a mi sexo y yo tomé el suyo y se lo apreté, dio un grito y me proporcionó tiempo para correr, llegué a la cocina, tomé un cuchillo y alcancé a esconderlo; Cuando él llegó me dijo que todo estaba bien ¡Pero no! ¡Ya nada estaría bien! Él me acorraló, bajo mi pijama, sus pantalones y cuando me iba a penetrar le agarré su miembro y se lo corté, él gritó muy fuerte y yo me vi en su cara y volví a agarrar el cuchillo, cerré los ojos y empecé a apuñalarlo cuantas veces pude y cuando vi que ya no se quejaba abrí los ojos y tenía un gran charco de sangre en mis pies, ¡Estaba por todos lados! ¡Hasta en mi conciencia!
-¿Qué cosa? – Dijo la doctora con una voz temerosa
- Que más será la sangre, ¡La sangre!
La doctora la miró un momento como si buscase a alguien y en verdad buscaba a un brutal asesino en esa cara perturbada pero dulce de aquella joven, la doctora dio un suspiro y dijo:
-¿Lo…mataste?
-Si, si lo mate, lo mate, jajaja ¿Y sabe que doctora Brillit? Lo disfruté, lo gocé más que el primer beso, más que un orgasmo y más que cualquier cosa satisfactoria que pudiese haber vivido y en conclusión por eso me trajeron aquí, mi madre y los doctores de este lugar creen que no es normal que uno goce matando, y yo no entiendo como hay gente que disfruta leyendo un libro bueno, yo disfrute viendo morir a ese infeliz.
Yo llevaba meses con el sicólogo, antes que ocurriera todo, mi madre creía que mi personalidad no era normal- dijo Dayna con una pequeña sonrisa burlesca-y sólo porque llevaba tiempo con el sicólogo fue que no me llevaron a una celda, ¡Uff! ¡De la que me salvé! Porque allá se que están locos
-¿Tú crees estar loca? - dijo la doctora- a ojos de muchos la pregunta parecería estúpida, ya que, se la hacía a alguien que estaba en un manicomio y según los doctores muy loca, pero por lo mismo quizás no asumía su locura y como en todos los vicios, malos hábitos y pecados lo primero para remediarlos era asumirlo. Dayna calló un momento y mirando hacia el suelo frunció el ceño y empezó a mover los labios como si discutiera con alguien, la doctora espero un momento y luego la quedó mirando he interrumpió la enérgica discusión que tenía con nadie y dijo: -¿Tú crees estar loca?
Dayna la miró y le respondió:
-Yo creo que estoy irremediablemente cuerda y es una pena por que si estuviese loca tendría un mundo de fantasía que me evitaría pensar en todo lo que me atormenta ¡Aún veo la sangre del imbécil en mis manos! ¡¿Lo entiende?! Ah ¿¡Lo entiende!? No, claro, si se supone que aquí la loca soy yo, pero sólo mírese doctora Brillit-dijo Dayna altaneramente- ¿Qué persona cuerda se pondría esa ropa tan anticuada? Usted si que está loca por tener el valor de salir así a la calle.
Dayna se queda callada por unos momentos para calmarse.
-y dígame ¿Hace cuanto que no tiene novio?-dice Dayna mientras se acomoda el pelo. La doctora se pone un poco nerviosa y empieza a mirar hacia los lados como si las paredes fuesen a contestar por ella:
-Ehh, bueno…
-No diga nada - dijo Dayna- el silencio otorga, dicen por ahí los más cuerdos de este lugar-Dayna nota que la doctora se incomoda con el tema y quiso aprovechar eso- Mejor vamos a cambiar la pregunta ¿Hace cuanto que no hace el amor? ¿Hace cuanto que no siente el calor de un hombre sobre usted? ¿Hace cuanto? ¿Hace cuanto? ¡Cuanto!, ¿No quiere responder? Pues, sabe que yo desde ayer en la noche, jajaja, ¿Sabía que los guardias de aquí están tanto o más locos que los enfermos?, no son muy tiernos, pero eso para mi es lo demás.
La doctora empezó a sudar y a moverse en su silla, de verdad el tema le incomodaba.
-¿Por qué tan callada? ¿Acaso le di justo en la llaga? creo que si, ¡creo que si! - gritaba Dayna con una pequeña sonrisa en los labios- Si quiere puedo presentarle a uno de los guardias de aquí vaya que si saben hacerlo, jajaja, ¿Y que le parece?
-¡cállate!- susurro la doctora reteniendo la rabia
-Disculpe no la escuche, sólo escuchaba los gemido de ayer, uff que la pasé bien
-¡Cállate! ¡Estúpida loca!-dijo brillit mientras se abalanzaba sobre ella y la toma por el cuello, Dayna en su incomodidad le dice:
-Ahora que se libero, afirme mis dudas ¿Usted es la que se le murió el novio? Ya sabía que su nombre lo había escuchado en alguna parte y veo que fue algo relacionado con el sexo y ¿Qué fue exactamente? ¿Se lo cortaste por que la sorprendiste con otra? ¿O qué?
La doctora apretó un poco más fuerte:
-Yo no tuve la culpa, yo le dije que no se tomara esas pastillas- dijo la doctora
-¿Cuáles?
La doctora la quedó mirando y la soltó, se sentó junto a ella en el suelo y le dijo que ella tenia un novio y él no podía tener relaciones, era impotente, Dayna soltó una pequeña carcajada miró a la doctora y le pidió perdón y le dijo que continuara, entonces él compró unas pastillas sin receta, él sólo lo hacía por mi- relató Brillit sollozando- pero no me quiso escuchar y se la tomó. Estábamos haciendo el amor y cuando iba a eyacular le dio un paro cardiaco y murió en ese instante ¡Murió dentro de mi! Y yo no pude hacer nada, nada.
La doctora calló un momento bajó la mirada y se puso a llorar, Dayna la miró:
-Ya le advertí que al entrar aquí quedaría peor que yo -dio un suspiro, bajo la mirada y sacó un cigarrillo de su ropa interior, luego metió la mano en sus zapatillas y sacó un encendedor, prendió el cigarro y sólo se quedó junto a la doctora en silencio.

Jennifer Rojas

Equilibrio



Cuando sientes que todo cambia ya no hay remedio para no sentirse un estúpido, cuando ya no puedes lidiar con las múltiples personalidades que te acomplejan, no existen respuestas suficientes para explicar todas las rústicas teorías que amenazan con dejarte inerte frente la sociedad, somos gente de la nada, somos la nada de las personas y lo gracioso es que no tenemos el criterio necesario para describir nuestra propia miseria.El hombre nace para vivir -pero esto es solo un pequeño paso para el real cometido del mismo-, vivir para morir. Cuando pienso que he estado veinte y dos años esperando la respuesta que hoy he descubierto me dan náuseas, pienso en todo el tiempo mal invertido y no encuentro justificación para tanta excusa que he utilizado para mi rutina. Las cosas son tan simples como respirar, mas no logré analizarlas hasta que le conocí ésta semana, ella es genial, es bella, simpática, lunática y lujuriosa –una perra-, pero lo más importante, es inteligente y tiene la respuesta a toda esta basura, Darla es la respuesta a todo lo que me rodea. Ahora estoy junto a ella en la azotea del Grand Hills –máximum de la corporación Hills (cadena de hoteles)- nos colocamos en el barandal superior y nos tomamos de la mano, nos besamos y reímos como pendejos –somos pendejos crecidos a la fuerza-, ella está totalmente drogada y creo que yo estoy igual, por aquello mis pensamientos son tan fluidos y sutiles al momento de acariciar su rostro. Entonces damos el último grito y apreciamos la belleza de una ciudad contaminada, tomamos el aire de la misma hasta que se instala en nuestros pulmones poco vírgenes y damos el salto al precipicio de dieciséis pisos, ahora que caigo me pregunto ¿será ésta la respuesta correcta?
Un Hombre toma un cigarro y le dice a otro que se lo prenda, mas éste se niega a hacerlo, -¿Por qué te matas? –le pregunta mientras respira hondo- porque es mi vida, los humanos nacemos para morir, así que no hay maldad en ser un real seguidor de nuestro precario destino –le responde el primero-.Esta es la ligera penumbra que inunda mis otros yo que no son yo, mis otro seres que creen estar en lo correcto y de una forma tan frágil como el suicidio buscan respuestas que no tiene alguien como Darla. Darla es bella, inteligente y una perra, pero ella nació para morir y espera morir para sentirse viva -bastante digno para una chica que buscaba ser un lagarto o un árbol cuando todas querían ser princesas en la obra-, yo no soy así, la mayoría no tenemos la fortuna de encontrar respuestas tan simples como la de Darla. La mayoría nacemos para vivir.-Entonces el hombre ríe y le dice- eres un imbécil, tu precario destino no es morir, sino más bien aprender a morir – y le prende el cigarro mientras hace ademanes burlones para su ignorante compañero-. Ahora que caigo pienso en cuanta gente estará aprendiendo a morir y cuanta solo vive para morir. Maldita Darla lagarto, tú no tienes respuestas para mí, pero es demasiado tarde, así es la vida.
FINPor dead_dlesh!

Sutilmente aclarar que así no es la vida –dead fucking baboso-, así es “la muerte”, pues la vida es algo más complejo que un par de líneas describiendo el suicidio de un idiota. De igual forma pensar que el cigarro es un destructivo no es nada burdo, sino bastante lógico, lo burdo es aquellos que piensan con una lógica destructiva hacia el cigarro, al humano no lo destruyen, se autodestruye –tan imbéciles como siempre-.

El pasado y ahora

Ahogándome en un manantial
Vidrios antiguos, no puedo volver
Aquino en el espejo bendito
Ellos me preguntan si soy feliz
Yo en alto le digo que si

El más anómalo de las hienas
Raro, el miedo estira sus bocas
Tengo precio por ser diferente
Un cuervo visita mis quimeras,
Ya no escucho la campana sonar
¿Será que el sonido no existe?

Lloran mis hermanos escupidos,
Y Maria deja de arroparme
Para ahora danzar conmigo
Por el Fallecido, ¡Al fallecido!
Me marcho al bosque de los búhos

Fe, los naranjos dañan mi lengua
Sanado por escritores locos
Ahora hablo con las serpientes
Las mantis entre grupos se mueren.

Ustedes están arrodillados.
Desmond

viernes, 13 de noviembre de 2009

Virginidad


El faro de la crianza se ha quemado
Donde las flores se repletan de sangre
La libertad sin instrumento, ya suena
Una emoción vuelve a los animales
Platón es crucificado en el Olimpo

Del cuerpo, en los nacimientos apesta,
Solo se excusan con: “hacer el amor”
¡Nos creen culpables de misoginia!
Su tierra rosada fue profanada,
¡Ya baja Zaratustra, Y asesina!

Mira, las praderas abrazan el rojo
Los brotes no están llenos de leche aún.
Magdalena lo grita en el Edén
Todos están secos mutilan su carne.

La virgen baila sobre su amante muerto.

Desmond

jueves, 12 de noviembre de 2009

Escorpión


La luz inyecta su fuente de vida en los ojos del escritor arrepentido de tener buena vista, dentro de ese árbol mohoso y viejo, permanece largo rato escribiendo nuevos mundos sacados de otros ya existentes, las ramas se han fortalecido con su propio néctar y las raíces se han enterrado en la tierra ante las miradas de los demás, el reloj de arena se vacía y de nuevo aparece como neblina ese olor a tinta y a madera convertida en papel, se ha transformado en un adicto al espeso líquido tanto que cuando quiso parar, se cortaba los tendones de las manos para que la locura (esa que llaman inspiración) lo dejara en paz por un momento en ese tibio refugio sólo para locos. Hubo veces que era tanto su dolor de cabeza que era casi obligado por una fuerza extraña a transmitir sus pensamientos a una hoja de papel dejando libre su mano a cualquiera aberración.
Durante mucho tiempo se quedó observando como un arácnido a los demás árboles, y se dio cuenta que muchos de ellos pudrían la tierra de sus hermanos, pero que después unían sus ramas por los aires como dos mariposas haciendo el amor. Otros tenían varias flores que después de poco tiempo daban jugosos frutos que eran comidos por todos los habitantes, pero no se acercaban a esos antiguos manjares prohibidos, esos que los mismos dioses maldijeron, las manzanas eternas del edén.
Escucha tocar a su puerta, reza para que no sean sus personajes a cobrar venganza por todas esas veces que los asesinó y desquició desde su cuna, se dirige lentamente a la rectangular puerta para mover la perilla de toques dorados, abre precavidamente y se asoma sólo extendiendo su cabeza hacia afuera, no hay nada, sólo se escucha el sonido de un grillo susurrando una canción que no entiende, va a cerrar la puerta pero ve en el suelo un pequeño frasco de tinta color rojo que dice con letras grandes: “TÓXICO”, entra de nuevo y toma una de las plumas de los tantos colibríes muertos y comienza a escribir su biografía, para que ningún otro ser bípedo quiera hacerse famoso con su memoria, al terminar aprieta el frasco observándolo por todos lados y se lo toma como esa primera vez que bebió alcohol, derramando por toda su boca, mientras se está ahogando con sus criticados textos, mientras se convierte en abono para el único árbol que creció solo, el único que decidió vivir siendo un ser casi inmortal.
Desmond

La maldad y la poesía



En la saga de La Profecía, Sam Neill en su papel de Damián le comenta a su amigo “El mal, en su forma mas pura, es tan simple y poderoso como el bien”, pero como la mayoría de los escritores dados a la fantasía y el ingenio, poco sabia David Seltzer que las nociones del bien y el mal son un invento relativamente reciente (si pensamos, claro, que el Hombre lleva sobre la tierra algo así como un millón setecientos mil años). Aunque no podemos tener certeza acerca de la fecha, ya en el siglo VI A. de C. Zaratustra (que pudieron ser dos o mas), le dio forma a la dualidad bien/mal, y es difícil pensar hoy, en que estas nociones se encuentran tan entronizadas incluso en nuestra vida diaria, que antes de ese hecho, ambas no existían ni se usaban. Y no es menos cierto que tremendo hallazgo no podía dejarse pasar de lado por uno de los filósofos mas influyentes de la era moderna: El filósofo alemán Friedrich Nietzsche (uno de los tres Maestros de la sospecha), en una de sus obras fundamentales, La genealogía de la moral, examina los términos alemanes gut («bueno»), schlecht («malo») y böse («malvado») desde el punto de vista etimológico, llegando a la conclusión de que la distinción entre “el bien” y “el mal” es en origen meramente descriptiva, o sea, una referencia amoral a aquéllos que eran privilegiados (los amos), en contraste con los que eran inferiores (los esclavos). El contraste bueno/malvado surge precisamente cuando los esclavos se vengan convirtiendo los atributos de la supremacía en vicios. De ahí vendría en último término la llamativa coincidencia u homonimia entre el mal, como dolencia o enfermedad, y el mal en sentido moral, los cuales, en apariencia, nada tienen que ver entre sí. Un poco más cercano a nosotros quizá sea el caso del maestro Panero, arquetipo del malditismo, que pasó por la prisión y quizá por que clase de drogas, nos escribió alguna vez que “La Maldad nace de la Supresión hipócrita del Gozo”: “Una cucaracha recorre el jardín húmedo / de mi chambre y circula por entre las botellas / vacías: / la miro a los ojos y veo tus dos ojos / azules, madre mía./ Y cantas, cantas por las noches parecida a la locura, / velas/ con tu maldición para que no me caiga dormido,/ para que no me olvide / y esté despierto para siempre frente a tus / dos ojos / azules, madre mía.”, estremeciéndonos, desde el corazón y el alma de un hombre que ha estado entrando y saliendo de sanatorios mentales desde la década de los setentas. Y sin embargo, Manuel Altolaguirre, otro español malagueño de la Generación del 27, considerado el más espiritual e intimista, no tuvo miedo de ver el otro lado del amor, y escribió el poema “Maldad”; “El silencio eres tú./ Pleno como lo oscuro,/ incalculable/ como una gran llanura/ desierta, desolada,/ sin palmeras de música,/ sin flores, sin palabras./ Para mi oído atento/ eres noche profunda/ sin auroras posibles./ No oiré la luz del día,/ porque tu orgullo terco,/ rubio y alto, lo impide./ El silencio eres tú:/ cuerpo de piedra.”, pero es, para mi humilde gusto, Svetlana Makarovič, poeta nacida en eslovenia y quien pensaba que el pecado original de la humanidad no es sólo la falta o la incapacidad de amar, sino el don particular del hombre para la maldad, escribió algunos de los poemas mas estremecedores que he leído recientemente, donde la maldad se vuelve real a través de una carga de pasmosa hermosura, porque sabemos, que lo hermoso no es sino finalmente el argumento de la existencia: si algo es hermoso, entonces debe ser, de alguna manera, real. Y Makarovič ejecuta ese plan con estremecedora belleza. Son muchos los poemas que logra construir bajo ese discurso y que la convierten, probablemente, en un interesante hallazgo a pesar de haber nacido por allá por 1939. Leamos entonces, en traducción de Damjana Pintarič, el poema “La Caza”, que pudiera ser, quizás, una escaramuza de guerra, o de la simple vida cotidiana:
Hueles a semilla caliente, ciervo.
A ti huele todo el bosque, y yo.
El cuchillo ya está afilado para ti, ciervo.
Lo presiente el bosque, y lo sé yo.
Pasarás el claro de luna, ciervo,
mi ciervo con ojos de zarzamora.
Olerá profundamente a sangre, ciervo.
De pronto sabrás adónde vas y quién eres.
Jorge Alberto Collao