sábado, 31 de octubre de 2009

Editorial Revista Literaria Escarnio N°1


No somos la esperanza de un futuro, sólo somos los venideros críticos de un sistema que puede estar o no bien, da lo mismo, no somos revolucionarios en la búsqueda de un cambio, sabemos que un cambio es posible y que más da, seguiremos viviendo, existiendo en absurdas vidas, no se vive mal ni bien, sólo se vive.
¿Quiénes somos?-nos preguntarán- ¿Qué hacen? Nada, todo lo que hacemos está condenado a convertirse en Nada, en una absoluta desesperanza, pero no es un pesimismo extremo, es el abrazar las dificultades, más en un mundo donde toda opinión no vale o es tomada como un mero sofisma.
¿Por qué hacemos esto si no tiene sentido?-dirán- Para hacer algo-respondemos.
Esta vida es demasiado difícil, nos solidifica, el trabajo, la esposa, los niños, ¡y yo! ¡¡Mierda!! ¿Qué pasa conmigo? ¿Es esto lo que realmente quiero? Nos asaltan las dudas en la mente. En este número nos hemos centrado en la enorme capacidad de los seres humanos para dañar, a si mismos o a otros, el “Demonio de la perversidad” que nos ausculta la mente, no es Satán, ni Lucifer, ni cualquier otro demonio, el que nos incita, es nuestra propia naturaleza, y ¿Por qué no pensar en esos humanos que se vuelven al límite? Según Jaspers eso nos hace filosofar “Experiencias al límites”, pero no podemos andar por el mundo matando gente, familiares, violar y sentarnos a reflexionar lo que hemos hecho, realmente sería posible, sin embargo, el costo social sería elevado. Pero contamos con un arma aún superior, el relatar, pero no podemos andar por el mundo contando grandes historias a todos, repetir una y otra vez, ¡No!
¿Entonces que nos queda? ESCRIBIR, exacto, el invertir nuestro tiempo en el comunicar, en el leer, nos ayudará a soportar el absurdo de vivir, sólo por este medio se puede llegar a la expurgación de los humores (tan hablados en Aristóteles).
Y ahora a leer, escribir y poseer todo este universo y más, en nuestras hojas.
Cabe también destacar que esto es una mera opinión-sofística de un mero Editor chiflado ¿Pero quién sabe, en una de esas le acierto?